lunes, 19 de diciembre de 2011

Obsesionario

Después de la lluvia, el perfume de la angustia
Y el sonido del silencio que dejas cuando te vas.
Después de no sobrevivir
A las mañanas de ese abril
Nubladas como ninguna más.

Viajo bien adentro
A la ciudad del desencuentro,
Capital del nuevo centro
Del vacío existencial.
Como me desilusionas
Cuando amagás y tiroteás
Sin terminar las cosas.

Libertad, mi casa es un desastre, mi vida un poco más
Corazón, que caros son los precios del amor

No te encontré en el centro hoy
Y una secuencia de terror
Y soñé pasiones locas con vos,
Y simplemente pasa que
Tengo ganas de verte,
Y simplemente pasa que…

Algo habré perdido
Que ando tan comprometido,
Buscar adentro tuyo
Algo que esta adentro mío,
Algo para poder tapar
Mi gran agujero espiritual,
Mis ilusiones rotas.

Creo que buscarte
Es más digno que pensarte,
Más difícil que encontrarte
Y menos triste que olvidarte.

Me preguntaste,”vos Tomás?”,
Te dije “ya no lo hago más”
Y te aburrió la historia.

Libertad, mi casa es un desastre, mi vida un poco más
Corazón, que caros son los precios del amor

No te encontré en el centro hoy
Y una secuencia de terror
Y no se que esta pasando con vos
Que simplemente pasa que
Tengo ganas de verte
Y simplemente pasa que…

No te encontré en el centro hoy
Y una secuencia de terror,
Y lloré la noche del apagón,
Y simplemente pasa que
Tengo ganas de verte,
Y simplemente pasa que…

No te encontré en el centro hoy,
Igual volví pensando en vos
Y grité tu nombre en el callejón,
Y simplemente pasa que
Tengo ganas de verte,
Y simplemente pasa que
Tengo ganas de verte.

domingo, 18 de diciembre de 2011

El derecho al delirio..

..La perfección seguirá siendo
el aburrido privilegio de los dioses;
pero en este mundo chambón y jodido,
cada noche será vivida como si fuera la última
y cada día como si fuera el primero.
El tiempo se burla de los límites que le inventamos
para creernos el cuento de que él nos obedece;
pero el mundo entero celebra y teme esta frontera.

Celebración de la subjetividad

Y a orillas del río San Juan, el viejo poeta me dijo que a los fanáticos de la objetividad no hay que hacerles ni puto caso:
No te preocupés —me dijo—. Así debe ser. Los que hacen de la objetividad una religión, mienten. Ellos no quieren ser objetivos, mentira: quieren ser objetos, para salvarse del dolor humano.
La utopía está en el horizonte.
Camino dos pasos, ella se aleja dos pasos
y el horizonte se corre diez pasos más allá.
¿Entonces para que sirve la utopía?
Para eso,
sirve para caminar.